Hace un par de semanas puse en práctica una idea que me rondaba por la cabeza desde hacía algún tiempo.
Lo primero que debo aclarar: soy maestro de primaria y muy aficionado a los juegos de rol.
Así que un buen día decidí llevar a clase una de mis mayores aficiones... y acabé jugando con mis 21 alumnos de 9 años una partida de rol (más o menos rol). Lo cierto es que los alumnos terminaron encantados con la actividad y a la semana siguiente tuve que repetir; de hecho, creo que vamos a dejar todos los viernes por la tarde del mes de mayo para jugar a rol en clase.
Lo primero que debo aclarar: soy maestro de primaria y muy aficionado a los juegos de rol.
Así que un buen día decidí llevar a clase una de mis mayores aficiones... y acabé jugando con mis 21 alumnos de 9 años una partida de rol (más o menos rol). Lo cierto es que los alumnos terminaron encantados con la actividad y a la semana siguiente tuve que repetir; de hecho, creo que vamos a dejar todos los viernes por la tarde del mes de mayo para jugar a rol en clase.
Esta semana me dispongo a jugar la tercera aventura.
Bueno, que no cundan las alarmas (entre los maestros que lean esto), no estoy realizando nada descabellado.
Todo esto empezó en la clase de plástica, pero venía rebotado de la clase de matemáticas. Entre problemas y operaciones acabábamos de ver la unidad de los poliedros, en geometría, así que decidimos construir en clase de plástica un montón de figuras tridimensionales. Por supuesto que a los niños lo que más le gustó fueron el dodecaedro y el icosaedro (para jugones de rol: D12 y D20).
Todo esto empezó en la clase de plástica, pero venía rebotado de la clase de matemáticas. Entre problemas y operaciones acabábamos de ver la unidad de los poliedros, en geometría, así que decidimos construir en clase de plástica un montón de figuras tridimensionales. Por supuesto que a los niños lo que más le gustó fueron el dodecaedro y el icosaedro (para jugones de rol: D12 y D20).
Comenté a mis alumnos que las demás figuras las podían adornar como quisieran, pero que estas (d12 y d20) las numeraran.... así construimos los dados.
Después pensé un sistema muy sencillo para que pudiéramos jugar una simple aventura... no me imagino un "sandbox" con 21 alumnos un viernes por la tarde. Preparé una aventura muy encarrilada para empezar.... Y yo mismo aluciné con los resultados.
Los alumnos están muy motivados. Ahora quieren jugar todo el rato e inventarse ellos mismos las reglas.... ¿No es un buen comienzo a la par que una actividad muy creativa y motivadora?
Las Reglas:
No podía liarme con complicados reglamentos, obviamente, así que la cosa empezó muy sencilla.
1º "Elegid un nombre para vuestro aventurero/a"...
Después pensé un sistema muy sencillo para que pudiéramos jugar una simple aventura... no me imagino un "sandbox" con 21 alumnos un viernes por la tarde. Preparé una aventura muy encarrilada para empezar.... Y yo mismo aluciné con los resultados.
Los alumnos están muy motivados. Ahora quieren jugar todo el rato e inventarse ellos mismos las reglas.... ¿No es un buen comienzo a la par que una actividad muy creativa y motivadora?
Las Reglas:
No podía liarme con complicados reglamentos, obviamente, así que la cosa empezó muy sencilla.
1º "Elegid un nombre para vuestro aventurero/a"...
Yo mismo interpreto al rey Arturo en el juego, llegado de un reino muy lejano en una época pasada. Ellos iban a ser mis caballeros de la Mesa Redonda (21 guerreros y guerreras ni más ni menos)
2º Después tenían que elegir cuál era su característica principal. Deje que cada alumno eligiera entre una de las siguientes: Fuerza, Destreza o Percepción.
3º Luego debían tirar su icosaedro (d20) y sumarle 15: esa puntuación sería el aguante de su aventurero antes de cansarse demasiado (aunque nadie perdió todos sus puntos de resistencia).
4º A jugar.
La primera historia fue bien simple: un mago había secuestrado al príncipe del reino (no a la princesa) y los caballeros debían ir a rescatarlo. Preparé 6 encuentros/problemas que debían superar con sus dados. Si el problema requería de la habilidad que ellos habían elegido (por ejemplo: percepción para encontrar la puerta secreta o destreza para cruzar nadando el foso de las pirañas) debían tirar el dado de 12, si no poseían esa habilidad, el dado de 20. El éxito se lograba sacando 10 o menos (previamente, incluso hicimos cálculos para saber qué porcentaje de éxito tenían). Si sacaban más de 10, su personaje tendría algún problema para superar la prueba. El número sobrante de la tirada (por encima del 10) debían restarlo a su aguante para seguir en el juego...
Por supuesto que las seis pruebas estaban distribuidas equitativamente: dos para usar fuerza, dos para destreza y dos para percepción....
Todo esto aderezado por las imágenes que iba mostrando en la pizarra digital del aula (En la 2ª partida, la de esta semana, ambientada en el corazón de Egipto, también utilicé dos videos de la pelicula "La Momia" sacados de Youtube, para lograr una mejor ambientación)
Pero creo que es mejor que leáis de uno de ellos mismos el relato de su aventura que os la cuente yo, ¿no?
En clase de lengua les mandé redactar la aventura de sus aventureros (utilizando los recursos que estábamos aprendiendo, como eran la metáfora o la comparación). Aquí os adjunto uno de esos relatos.
Hay que tener en cuenta que es el relato de un alumno de 4º de primaria y que no está corregido ortográficamente…
Agradezco a Bastión Rolero el espacio que me ha brindado para dar a conocer mi iniciativa, pero tampoco quiero abusar. Así que algunos otros de estos relatos los colgaré de mi propio blog, que aunque no está destinado a hablar de iniciativas roleras per se sino de mi trilogía de novelas fantásticas, me hace mucha ilusión compartirlo.
Ya os contaré cómo fue la 2ª partida, en la que los aventureros tuvieron que viajar al mismo corazón de Egipto, colarse en las piramides y salir por patas mientras eran perseguidos por la momia del faraón. En esta segunda partida incluí el uso de objetos mágicos.... y prometí una mascota para los aventureros (¿un dragón quizás?) Ya comentaremos más cosas.
Nota del bastión:Otra redacción que nos ha adjuntado el autor de una de las alumnas en un par de imágenes:
Muchísimas gracias por dejarme este espacio, mis alumnos van a alucinar cuando lo vean....
ResponderEliminarBuenísimo. Me ha encantado la iniciativa y cómo se aplica el juego a distintas asignaturas.
ResponderEliminarBuenísimo, ojala lo practicaran en clase de mi hija
ResponderEliminarMe ha encantado el artículo, pero por favor, poned un poco más de atención: estáis colgando fotos y datos personales de menores. Hay que andarse con mucho ojo con estas cosas.
ResponderEliminar¡Qué puntazo! Me ha encantado tu iniciativa. Yo también utilizo el rol como herramienta educativa, pero en grupos más pequeños (unos 7 jugadores) y con chicos superdotados ¡y se lo recomiendo a todo el mundo! Es genial lo que se puede aprender con el rol.
ResponderEliminarLo dicho ¡genial lo que has hecho! Y además con tantos niños.
Fenomenal que haya educadores aficionados al rol, y que se use en las aulas; ya he leído esta semana otra experiencia, y anima a intentarlo uno mismo. Enhorabuena, compañero.
ResponderEliminarMe uno a los comentarios de Diego y Bayo, Los niños tienen MUCHO que enseñarnos respecto a lo que es jugar a rol. Con intención mas proselitista que el ejemplar enfoque pedagógico que expone aquí se creo SD6. Y cada una de las ocasiones en que he podido compartir la experiencia con menores me e sorprendido por su enorme capacidad para evidenciar elementos vestigiales de nuestra afición que en realidad poco aportan a la experiencia mas allá de seguir las inercias generas por los juegos anteriores.
ResponderEliminarhttp://spqrol.com/foro/index.php?topic=160.0
Gran iniciativa, me ha encantado leer sobre cómo les ha ido a los niños :)
ResponderEliminarRealmenre fantástico. Enhorabuena
ResponderEliminarRealmente impresionante tarea has llevado a cabo. Como jugador y master rolero experimentado, he de decir, que he visto muchas atrocidades en bocas ajenas a este mundillo, y mucho miedo por parte, sobretodo, de madres que se enteran de que sus hijos han "jugado una partida de rol con sus amigos o con gente de una tienda 'desas' de frikis", así que, admito que es toda una proeza, sobretodo, para empezar a quitar el miedo a las madres y padres de hoy en día.
ResponderEliminarGran iniciativa!
¡Todo un logro!
ResponderEliminarNo solo como has conseguido solventar la partida con 21 jugadores, sino como has conseguido que los padres aprueben una iniciativa que hace unos años hubiese costado un disgusto.
Ojalá algún día tenga la oportunidad de ser el maestro de nuevas generaciones en esta gran afición.
Un saludo, espero leer mucho más de tu experiencia con los peques.
¡Ole, ole y ole! Eres mi héroe. :)
ResponderEliminarEs un inmenso regalo el que estás haciendo a las mentes de esos 21 niños de 9 años. Gracias por nadar a contracorriente y crear 21 personas completas, que al mundo de hoy no le sobran.
ResponderEliminarBuenísimo hermano...haber si nos marcamos una partida un día con la Sarita, con 3 años y medio va siendo hora..pero no podremos jugar a la llamada de Tchulhu que luego no duerme...mejor medieval!!!Realmente grande Bayo!!!
ResponderEliminarMuy bueno! Parece que cada vez somos más los que nos lanzamos. Yo en secundaria estoy enseñando a un grupo de 7 alumnos de 3º y 4º de ESO, pero todavía estoy buscando manera de meter a toda una clase. Para contar esta y otras experiencias con juegos de mesa abrí "1d10 en la mochila", por si te interesa echarle un vistazo. Adelante con la experiencia y muchos ánimos!
ResponderEliminarEnhorabuena por la iniciativa. A mí me gusta mucho dirigir partidas a los más jóvenes y lo que has hecho es toda una proeza. Felicidades.
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