No hace mucho leía una entrada enlazada por +Jan Cantor en la que la autora expresaba su pasión por los juegos de mesa, no solo al jugarlos sino también al buscar información sobre ellos, leer los manuales de reglas y aumentar sus conocimientos en temas que tratan esos mismos juegos de mesa mediante libros, podcasts o documentales.
En mi caso eso mismo pasa con el rol: me encanta sentarme a la mesa y dirigir, mucho más que jugar una partida, cosa que también disfruto pero en el fondo no es igual. Igualmente disfruto leyendo manuales, imaginando las tramas de la historia o buscando información que complete la trama que tengo en mente; muchas veces ha pasado que mientras veía una película, una serie o simplemente escuchaba de fondo las noticias, algo ha despertado en mi la luz de la inspiración.
Hay quien puede decir que es mucho tiempo perdido por un hobby, pero nada más lejos de la verdad: ¿cuántos de vosotros no habéis descubierto nuevos autores al documentaros para un módulo? ¿Cuántas películas que no os habríais planteado ver habéis descubierto como algo sorprendente y os arrepentís de no haber visto antes? Es cierto que también puede pasarnos al revés y encontrarnos con bodrios que refuerzan la teoría de "he perdido 2 horas de mi vida viendo esta bazofia", nadie es perfecto. Pero el rol potencia no solo la improvisación, la extroversión o la capacidad de analizar situaciones, sino que aumenta nuestros conocimientos en determinadas áreas (cálculo matemático rápido, historia, narración).
Jugar a rol no es únicamente sentarse en una mesa y tirar dados, también es aprender sobre el mundo en el que se juega, descubrir que el DM ha trabajado durante horas para ofrecer a sus jugadores una experiencia única. Y lo mejor es que informarse sobre las cosas no es solo labor de él, sino que como jugadores podemos (puede que en menor medida) acaparar esa información y datos que nos permitan enriquecer la partida. Cierto es que los jugadores reciben ese estímulo de manera directa pero no son meros espectadores sino que, como protagonistas de la historia que el Director de Juego les narra, deberían ser proactivos y participar del trabajo que supone crear un mundo.
Leer, ver películas, escuchar música... Los juegos de rol nos abren la posibilidad de descubrir cientos de obras que hubiéramos pasado por alto, por eso podemos decir que jugar a rol no es solo un hobby, son muchos y por tanto una pasión. El entusiasmo al descubrir todas esas obras, al trasladar a la mesa los sentimientos generados al ver determinada película, o el apego a ciertos personajes nos afecta personalmente, cambiando nuestra percepción de algo que para muchos es algo trivial.
No os avergoncéis y demostrad vuestra pasión la próxima vez que os sentéis a jugar.
Hay quien puede decir que es mucho tiempo perdido por un hobby, pero nada más lejos de la verdad: ¿cuántos de vosotros no habéis descubierto nuevos autores al documentaros para un módulo? ¿Cuántas películas que no os habríais planteado ver habéis descubierto como algo sorprendente y os arrepentís de no haber visto antes? Es cierto que también puede pasarnos al revés y encontrarnos con bodrios que refuerzan la teoría de "he perdido 2 horas de mi vida viendo esta bazofia", nadie es perfecto. Pero el rol potencia no solo la improvisación, la extroversión o la capacidad de analizar situaciones, sino que aumenta nuestros conocimientos en determinadas áreas (cálculo matemático rápido, historia, narración).
Jugar a rol no es únicamente sentarse en una mesa y tirar dados, también es aprender sobre el mundo en el que se juega, descubrir que el DM ha trabajado durante horas para ofrecer a sus jugadores una experiencia única. Y lo mejor es que informarse sobre las cosas no es solo labor de él, sino que como jugadores podemos (puede que en menor medida) acaparar esa información y datos que nos permitan enriquecer la partida. Cierto es que los jugadores reciben ese estímulo de manera directa pero no son meros espectadores sino que, como protagonistas de la historia que el Director de Juego les narra, deberían ser proactivos y participar del trabajo que supone crear un mundo.
Leer, ver películas, escuchar música... Los juegos de rol nos abren la posibilidad de descubrir cientos de obras que hubiéramos pasado por alto, por eso podemos decir que jugar a rol no es solo un hobby, son muchos y por tanto una pasión. El entusiasmo al descubrir todas esas obras, al trasladar a la mesa los sentimientos generados al ver determinada película, o el apego a ciertos personajes nos afecta personalmente, cambiando nuestra percepción de algo que para muchos es algo trivial.
No os avergoncéis y demostrad vuestra pasión la próxima vez que os sentéis a jugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios que contengan enlaces externos al Bastión Rolero, spam intencionado, faltas de educación, insultos y demás serán moderados y convenientemente eliminados.