[PX Magazine] Desarrollando personajes en “Icar”, por Elena Beelzenef

Rob Lang es un creador de rol prolífico y entusiasta, y navegando en la red he encontrado una de sus obras: “Icar”. Es una ambientación de space opera, subgénero de ciencia ficción. Un futuro distópico donde las máquinas tomaron control y exterminaron a gran parte de la humanidad. Un error en el diseño de las máquinas evitó la extinción del ser humano, y son estos humanos supervivientes los que serán nuestros personajes. Con licencia CC-BY-NC-SA y en modo PWYW a través de DriveThruRPG, conoceremos su creación.


“Icar” es un universo de acción, de supervivencia, de una ambientación épica. Hacks, combate espacial, exploración del universo. Todo lo que puedas imaginar. Hacia el exterior en el espacio, o hacia dentro, hacia la interiorización de los personajes.

Este juego ofrece un sistema basado en d100 que da mucha atención a la narración de nuestras acciones, a las mecánicas de combate, pero también a definir nuestro personaje desde el primer momento.

En la creación de personajes encontraremos la Deviant Wheel, que es una rueda de rasgos emocionales diseñada de tal modo que nos ofrece un rasgo en un extremo y, justamente en el lado contrario, el rasgo emocional que se le opone. Allá donde encontremos Serio, veremos Jovial en su opuesto. Donde encontremos Generoso, se nos presentará Egoísta en su opuesto. Si queremos introducirnos en el uso de esta mecánica, necesitaremos saber que cada par de rasgos ha de tener cinco puntos a rellenar. Por tanto, si tienes 3 en Iracundo, tendrás 2 en Calmado.

Piensa en cuatro o cinco rasgos principales que te gustaría interpretar en tu nuevo personaje para empezar con ellos y rellena los pares. Después, piensa en los demás rasgos y en cómo se distribuyen en el personaje. Los rasgos negativos y los rasgos positivos están agrupados según vamos girando en la rueda.

Nos ayudará a saber cómo reacciona el personaje a medida que evoluciona y avanza en la historia. Esta mecánica puede terminar de concretar cómo son nuestros personajes, cómo se mueven, por qué actúan como lo hacen y por qué llegan a ser lo que son.

Lo que pase en la partida puede, obviamente, afectar a los puntos que otorgamos en esta rueda de emociones. ¿Qué consecuencias negativas tendrá cuando un personaje se vea forzado por las circunstancias a actuar en contra de la naturaleza reflejada en su rueda de rasgos emocionales?

Además de esta rueda, contamos con otro sistema que complementa la creación de personajes. Contamos con los Roleplaying Points o Puntos de Interpretación que se nos entregan como premio ante interpretaciones consistentes, sólidas y lógicas para con nuestro personaje.

Y como paso final ante la creación de nuestros personajes, tenemos los Psychotheatrics, que afectan al personaje en la Rueda de Emociones. Los Psycotheatrics son las peculiaridades que sufren los personajes y que se añaden de forma aleatoria en una tirada de 1d100. En caso de conflicto entre lo definido en la Rueda de Emociones/Personalidad y el Psychotheatric que toca por tirada, prevalece el Psychotheatric. En caso de que dos Psychotheatrics entren en conflicto, permanece el primero y el segundo se relanza. Lo que se busca con esta mecánica es asociar incertidumbre  al personaje, darle una profundidad y peculiaridad que lo hagan interesante. Cuando un Psycotheatric es lanzado, trae consigo un coste o unos prerrequisitos en sus características o puntos de la Rueda de Emociones que perfilan a nuestro personaje.

Pasado oscuro, psicopatía, amnesia, tecnófobo, cobarde… son cosas que se dejan al azar pues hay facetas de nuestra vida que no podemos controlar.

Quizás no nos guste “Icar” en sí, la space opera dentro de la ciencia ficción, las complejidades de su sistema… pero sin duda esta Rueda de Emociones es una curiosa herramienta, una mecánica que podemos usar de forma individual como anexo para el desarrollo de nuestros personajes de forma completa a lo largo del tiempo. Al fin y al cabo, somos más complejos que un par de palabras que definen nuestro comportamiento o un simple concepto.

Somos pinceladas de infinitos colores sobre un lienzo.

¿Quieres saber más? Visita la web de “Icar” para encontrar el manual, contenidos adicionales y más información sobre el proyecto.

Artículo de Elena Beelzenef publicado originalmente en PX Magazine el 02/09/2015

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