Evidentemente crear "para otros" tienen sus desventajas: pierdes mucho control sobre tu propio trabajo. Para mí no había mayor frustración que escribir algo y que el editor de turno te dijese que se iba a publicar en uno o dos meses, o que no se podía publicar porque no estaba todo lo bien escrito que se podía. Por otra parte, el contenido está en una web ajena, ¿y si se borra? ¿y si se pierde en el mar de internet porque el sitio no sale adelante?
La realidad es que estas desventajas tienen su parte buena: que alguien ajeno te exija más hace que mejores, hace que los artículos se escriban más rápido y que las ideas se organicen mejor en tu cabeza. Al final, el retrasar un artículo para mejorarlo y pulirlo es parte del aprendizaje y el que se publique cuando lo decide otra persona implica el desarrollar paciencia y menos ansiedad a la larga. Además, ¡no es la primera vez que después de publicarse un artículo no recuerdo lo que había escrito y me sorprendo a mí misma!
El otro miedo que tenía era el escribir en una web ajena a mi control, pero la realidad es que eso me ha permitido el valorar más mis creaciones: tengo mis artículos guardados y organizados en mi ordenador. Aunque caiga el mismísimo internet, voy a tener una copia conmigo. Ahora que además soy la editora de Bastión Rolero, tengo una copia de cada cosa que se publica aquí.
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Con estas desventajas solventadas, es hora de hablar de todas las ventajas que aporta colaborar en un proyecto que implica a más personas. Lo primero de todo es el sonado "la unión hace la fuerza": la visibilidad que tiene un proyecto con varias personas involucradas es mayor que si lo haces por separado, al menos si estás empezando a escribir y no te conoce ni el tato. Además, si tienen redes sociales, el community manager de turno se encargará por ti de hacer ruido de tu trabajo, independientemente de si tienes 20, 30 o ningún seguidor (o no tienes redes sociales) y es fácil que te lea mucha más gente, con su respectivo feedback.
Otra ventaja es el marcarte un ritmo. Normalmente se exige (aunque por lo general son flexibles) al menos un artículo al mes, ritmo que quizás no llevarías si no te lo impusiesen. El tener que pensar, desarrollar y finalizar un artículo con plazos establecidos, aunque holgados, mejora tu capacidad organizativa y habitúas a tu cerebro al proceso de escritura.
Hay gente con el miedo de que el artículo no sea suficientemente bueno, ¿no habéis visto mis primeros escritos? ¡dan miedo de lo mal que están! y siguen en este blog. Son un recordatorio de que el articulista no nace, se hace. La práctica es lo único que hará que hagas honor a todas esas grandes ideas que hay en tu cabeza. Es que además, nosotros y muchos otros sitios de internet, jamás dirán que no a dar oportunidades a alguien que quiere empezar. Podrán exigirte más o menos, pero las puertas están siempre abiertas.
Quisiera remarcar otra ventaja y es que creo que nadie sobre la faz de la tierra con un par de dedos de frente considere negativo el que haya más contenido sobre rol en internet. Todo lo que podamos aportar va a ayudar a visibilizar nuestra afición y a ser de ayuda para los que empiezan a jugar, para quienes tienen inquietudes creativas, para los más veteranos que desean conocer nuevas perspectivas del rol y para los que ya no juegan pero mantienen su gusanillo por el rol alimentado gracias a tus escritos.
Espero que este artículo te haya convencido para intentar colaborar con nosotros, para iniciar tu propio proyecto colaborativo o simplemente abrir tu primer blog, es igual: nunca pares de crear.
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