Lord Dunsany: Un Referente Onírico, por Fausto Losilla Rodriguez

Siempre he sido un gran fan de la fantasía y, desde que fui lo suficientemente responsable como tener mi propio dinero, he intentado llenar mis estanterías con el mayor número de volúmenes y autores distintos. He podido leer las extrañas aventuras de la Compañía mientras viajaban por la Tierra Media, los peculiares viajes de Sombra por la América plagada de dioses, las fascinantes maravillas de la Era Hiboria y hasta he visitado en sueños la misteriosa Ulthar, con su curiosa ley que prohíbe dañar a los gatos, y Sona-Nyl, la ciudad utópica con sus dos promontorios de cristal en su entrada. Estoy de que estos nombres se encuentran en vuestras estanterías y, con suerte, en alguna de vuestras partidas de rol. Sin embargo, hay un nombre casi desconocido para muchos y que ha influido en todos estos autores, un nombre que merece abandonar el anonimato y conseguir un lugar entre nuestros libros y nuestras partidas. Por ello, os pido un momento de vuestro tiempo para que disfrutéis sobre este artículo dedicado a Edward John Moreton Drax Plunkett, XVII barón de Dusnany y más conocido como Lord Dunsany.

Nacido en Londres el 24 de julio de 1878 en el seno de una familia noble irlandesa, Dunsany tuvo una vida cuanto menos peculiar. Explorador, soldado, estratega, jugador, cazador y dramaturgo, Edward viajó por todo el mundo y se vio envuelto en decenas de conflictos, donde destaca su labor de entrenamiento de las tropas durante la Gran Guerra y su indeseado enfrentamiento con el IRA durante las revueltas de Dublín, las cuales le costaron su cinturón y un fragmento de su cráneo.


Dunsany pagó la publicación de su primera obra tras haber servido durante la Segunda Guerra Boer, y el mundo literario se fascinó con Los Dioses de Pegana. Se trataba de un compendio de pequeños relatos y cuentos que había conseguido crear en menos de cien páginas un hermoso mundo plagado de dioses y hombres movidos por los designios del destino y que esperaban al despertar de Mana-Yood Sushai, creador de la tierra de Pegana y sus dioses, que dormitaba hasta el fin de los tiempo, tras lo cual destruirá el mundo y creará uno nuevo, más grande y hermoso. La importancia de esta obra no se encuentra en la creación de todo un panteón de dioses o en la belleza y estilo de sus palabras, sino que es la primera obra en la que se realiza worldbuilding. Desde la publicación de este libro, muchos autores han utilizado a Lord Dunsany como inspiración, y podemos ver ese toque en las obras de Robert E. Howard, Arthur C. Clarke y Guillermo del Toro entre otros muchos.

Otro de los principales aspectos de la obra del irlandés es su prosa cuyo estilo en el que las palabras envuelven la mente del lector y le llevan por un viaje similar a un sueño mientras se deleita con la obra. La mayoría de los jugadores habrán leído relatos oníricos o relatos que acontecen en tierras y mundos soñados, por lo que, como sabrán, este tipo de relatos requiere un cuidado y trabajo especial en el lenguaje para atrapar al lector, y Dunsany fue y es el mayor exponente de estos. Actualmente hay muchos juegos de rol que basan sus partidas en este tema, entre los que podemos destacar algunas variantes de la Llamada de Cthulhu o La Novia de Barbazul, que en poco tiempo ha conseguido cautivar a los amantes de los cuentos de hadas, y he de decir que estas partidas son muy recomendables para ser dirigidas con el estilo del irlandés de base mientras narramos las aventuras que suceden en el mundo de los sueños.

Otro tema a tomar en cuenta es el uso de la mitología celta en los relatos de Lord Dunsany. No es de extrañar que el irlandés fuese un apasionado del folclore y de las historias de su tierra que le contaron desde niño, y lo demuestra en su obra incorporando criaturas y entes de aquellos mitos que, envueltos en un manto de magia y fantasía, deleitan al autor. El uso de la mitología y la incorporación de sus elementos puede utilizarse principalmente en los juegos de Polaris y Ragnarök los cuales, pese a estar más centrados en la mitología nórdica, permiten a los jugadores mezclar las fronteras entre nuestro mundo y el de los dioses, por lo que no pasará nada si el que sostiene la lanza es Lugh en lugar de Odín, o si los enemigos a batir son los Fomorios en lugar de los Jotünn.

Finalmente cabe destacar que sus viajes también le sirvieron como inspiración para las diferentes ciudades y tierras fantásticas que incorporaba a sus relatos, entre las que podemos destacar las tierras del Yann, un compendio de ciudades portuarios en un largo río que fluye en las Tierras del Sueño. Sus descripciones verdaderamente las hacen ver como un lugar ajeno a nuestro propio mundo las cuales, acompañado por la prosa suave y hermosa de Dunsany nos transportan hasta dichas tierras para deleitarnos con sus maravillosas ciudades y sus imponentes monumentos. Este estilo es perfecto para nuevos jugadores que quieren mostrar un mundo imaginario pero que no saben transmitir ese sentimiento de extrañeza a sus jugadores. Especialmente me gustaría recomendar este estilo para aquellos jugadores de La Puerta de Ishtar, publicado por Other Selves y el cual he podido disfrutar gracias al conocido Vlad Temper, un maestro de las palabras hipnotizantes y del horror que cala los huesos. Del mismo modo, también se puede utilizar en otros sistemas e incluso pueden servir de referencia para la creación de nuestros mundos de fantasía en D&D o en Bárbaros de Lemuria.

Dunsnay fue un genio que consiguió domar la pluma ante su mente rebosante de imaginación y que, por desgracia, acabó siendo olvidado debido al florecimiento de otros autores, y es una lástima que no reconozcamos a un dramaturgo que ha influido de tal manera la fantasía y cuya huella sigue presente en muchos de los autores contemporáneos. Por ello os insto a que busquéis sus relatos y disfrutéis de su obra, ya que hoy es muy fácil de encontrar y especialmente con la nueva antología del autor publicada por la editorial Valdemar y que abarca sus más influyentes obras oníricas.



Espero que con este artículo os haya abierto las puertas para descubrir al genio de la isla esmeralda y, si los dioses y el destino lo permite, os ayude cuando desempolvéis la pluma o lancéis los dados para conocer el futuro de vuestros personales. Ahora pienso sentarme en mi sofá y tomarme una buena cerveza fría mientras leo Un Mundo Feliz de Aldous Huxley, pero espero que cuando acabe y entre en mis redes sociales de confianza, encuentre vuestras opiniones y mis ojos brillen bajo las llamas de las piras funerarias de vuestros enemigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios que contengan enlaces externos al Bastión Rolero, spam intencionado, faltas de educación, insultos y demás serán moderados y convenientemente eliminados.